Los perros mayores, al igual que los humanos, pueden enfrentar más problemas de salud y pueden ser más susceptibles a ser abandonados o pasar largos períodos en refugios sin ser adoptados. A menudo, los perros mayores tienen menos probabilidades de ser adoptados en comparación con los cachorros o perros más jóvenes, lo que significa que pueden quedarse en refugios durante períodos más largos y necesitar más apoyo.